27.4.06

Domingo mediodía

Arroz con azafrán. Puñado de oro de un tesoro pirata. Milanesa. Isla de Creta. Aros de cebolla. Cubitos de zanahoria. Tiritas de lechuga. Rodajas de tomate. Manzanas, bananas y naranjas. Una mandarina en el fondo de la heladera. Doce huevos blancos. Cinco flautitas en la panera empujando a las ordenadas rebanadas de pan lactal. Jugo de frutas, copas de vino. Un mantel azul cubriendo la mesa redonda. Carbón al rojo vivo. Pollo abierto, casi crucificado en la parrilla. Chorizos unidos como eslabones de una cadena. Morcilla íngrima. Sol asomado entre dos nubes, tentado por el perfume de los domingos al mediodía. Cuchillos principales en manos del asador. Cuchillos y tenedores obreros recostados en la mesa mirándose de soslayo y anticipando su trabajo en conjunto. Platos de madera. Hormigas agazapadas, perros atentos. ¡A comer!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Maese Boo:
Permíteme el atrevimiento de llegar a tu mesa atiborrada de los pequeños detalles que tus ojos han narrado. Llegar, y aunque sea un poco tarde, compartir sus deliciosos aromas y sabores.