28.4.06

Vacío

No se muy bien qué decir ni a quien. Sale desde adentro sin que yo pueda controlarlo. Un grito. Un deseo. Una pregunta. Palabras, en fin. Nadie que conteste. Paredes vacías, peladas de imágenes y pintura. Paredes transparentes. Ventanas confundidas con muros de aire. Silencio, negación de la música. Una historia vieja, repetida, descolorida y mojada con mis lágrimas. Entre el principio y el final una interminable cantidad de kilómetros recorridos. Una casa, dos almas, dos cuerpos de plastilina entre sábanas blancas. Una cama chica que al principio nos obligaba al abrazo antes, durante y después del sueño. Más tarde una cama gigante que nos alejó, y ya no podía abrazarla porque se había ido. El tiempo y el desencuentro. Llegar al andén cuando el tren se fue. Diez mil cucharas cuando uno necesita un cuchillo, cantaba una voz del 98. Y se fue. Y aquí estoy con las manos vacías. Y unos dedos que se miran sin ganas de acariciar otra piel. Con la mente viciada de recuerdos y la palabra futuro tachada en el diccionario. Con un sol que no quiere volver a calentar y la lluvia que se mezcla con mi llanto. Un invierno demasiado largo. Un recuerdo tenazmente adherido a mi corazón. Cuántas ganas de vivir y qué falta que me hace su respiración a mi lado.

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