11.8.06

Y después...

¿Y después qué? ¿Qué viene a continuación de lo mejor que te podía pasar en la vida? Después de ganar el campeonato del mundo… ¿cómo salimos a jugar en el campeonato local por el pancho y la coca? Es maravilloso poder decir que alguna vez se tuvo lo mejor, lo más deseado, lo que nos quitó el sueño tantas noches. Palpar la perfección. Abrazar formas cóncavas y convexas exactamente dibujadas. Escuchar el aire entrar y salir de la boca excitada. Abrir los ojos y preguntarle a la oscuridad de la habitación las razones de un regalo así. No hay respuesta. Hay que disfrutarlo porque la plenitud dura lo que se tarda en nombrarla. Y no sirven los reclamos, ni las posesiones, ni los contratos con letra chica. Sólo nos quedan sensaciones, palabras en voz baja de antes y del después. Y un deseo escondido, agazapado, porque uno nunca se conforma y como el chico del aviso de jugo Tang nos descubrimos gritando: ¡Quiero más!

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