34 millones de euros

La postal era la misma de siempre: un estadio lleno, fuegos artificiales, periodistas de todas las nacionalidades, la cámara enfocando a la gente que saluda, grita y sonríe cuando descubre su cara en las pantallas gigantes y en millones de tv alrededor del mundo, dos canciones de la estrella musical en turno y luego las típicas coreografías de hormigas que aun creen que se ven bonitas. La sorpresa fue en Argentina 78… y de eso hace 34 años… ¿Cuántas ceremonias inaugurales vimos en este tiempo? Mundiales de fútbol, juegos panamericanos y olímpicos han repetido una y otra vez la misma dinámica. La fraternidad de los atletas, las palabras idílicas de los organizadores, mensajes de paz y el “somos todos buenos” que se esfuma junto al último estruendo de la ceremonia inaugural. Se parece a las cenas de Navidad donde la gente se vuelve solidaria por 3 horas, dice unas palabras alusivas y al día siguiente todos volvemos a nuestro egoísmo e intereses del resto del año.

Me gustaría sorprenderme con un evento como éste cuyo bombo y platillo sea la felicidad de las personas que necesitan una ayuda y fueron beneficiadas con una parte de los 34 millones de euros que se gastaron en la ceremonia inaugural de Londres 2012. 

Las prioridades de los países son otras, igual que esas personas que andan siempre llorando que no tienen dinero, que no les alcanza, que piden prestado y nos deben 200 pesos pero un día se aparecen con una ropa nueva, o se van de fiesta y gastan el triple de lo que nos deben… no es que no haya dinero para solucionar los males del mundo, es que hay otras prioridades. Y si no, pregunten a los perritos callejeros que Polonia y Ucrania asesinaron para hacer limpieza y que todo quede bonito para la Eurocopa. Hace medio siglo también hacían limpieza étnica y no hemos aprendido nada. Mafalda decía “paren el mundo que me quiero bajar”. Pues yo lo que pido es que nadie me hable de juegos olímpicos, ni de copas de fútbol ni del deporte en general cuando vayan de la mano de sangre y dinero despilfarrado. 

Otros juegos olímpicos, otra exaltación del sentimiento nacional para tener a la gente ocupada mientras "las manos mágicas" de los gobiernos hacen sus trucos con leyes “sotto voce” y fondos del tesoro público.