20.12.06

Un alma que no tenía

Ahora que no me (...) mato si te vas
Ahora que tengo un alma que no tenía
Ahora que suenan palmas por alegrías
Ahora que nada es sagrado ni sobre mojado llueve todavía
“Ahora que” > Joaquín Sabina

Lo único que nunca te voy a perdonar, que ya te reproché bastante y que repito hasta el hartazgo es esta sensación de no poder querer si no es a medias, con el paraguas abierto siempre por las dudas para que no pase la lluvia pero tampoco el sol. Fue sin querer, ya lo sé, pero cómo sobrevivo ahora a este naufragio de confianzas? No es con vos el problema hoy, es con esta fatiga de ayeres que llevo tatuada en el presente. Hay palabras que ya no uso, que me suenan a jean viejo, a domingo de lluvia sin colores ni besos. Palabras que perdieron su significado y quieren recuperarlo porque te lo llevaste para siempre. No digo que todavía te ame. No. Digo que te fuiste con los muebles de mi alma. Me dejaste vacía de ilusiones, sin maquinaria para volver a producir abrazos y proyectos de a dos. El tiempo cura todo, lo comprobé; sin embargo te deja con cicatrices que te cuadriculan el cuerpo. Te fuiste y no me maté pero “tengo un alma que no tenía”, un alma mutilada que pide a gritos volver a sentir como antes.

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