Mirá de qué forma me ayudaste a salir del pozo!
Te caíste en otro que estaba a dos pasos y la fuerza de tu caída
tiró de la soga con la que tratabas de rescatarme.
Así salí! De golpe, de un tirón brusco pero eficaz.
Hoy tenemos el mismo problema de ayer pero con roles cambiados.
Ahora yo te calmo,
te tiro besos desde arriba como lluvia de Merthiolate
para desinfectar las heridas que no alcanzo a curar.
Afirmo mi pie derecho al borde del pequeño abismo cilíndrico
y sólo pienso en sacarte de ahí mientras tiro de la soga.
Descubro fuerzas que creí no tener y un traje de superhéroe
que me vistió entera cuando te vi caer.
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2 comentarios:
Y si, es un ida y vuelta y es jodido estar en cualquiera de lo dos lados, lo bueno es saber que siempre hay alguien...
Me gustó, muy bueno, prometo andar seguido por aquí, ...si no molesto....
Heroína de cuento surealista.
Hablas por vos y me veo en tu escrito.
Muy lindo.
Besos
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