Tus antenitas despidieron agosto y mi día triste. Hicieron pedacitos tantos kilómetros de curvas enredadas y tu cama fue mi refugio; me devolviste la sonrisa multiplicada por todos los planes que se te ocurrieron. Siempre que se me pierde la alegría en algún rincón de este encierro, aparecés con ruidos y colores y palabras y traés un carnaval de sensaciones que se instalan en mí otra vez.
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2 comentarios:
Uy.. con eso de las antenitas me acordé del Señor Durito... digo, ya que andas por Chiapas...
Un besote Boo, aunque te hayas ido así de lejos yo sigo visitando tu cuarto y leyendo los recortes.
Muáh! :D
Qué lindo!!!
me parece que tendré que buscar un par de antenitas a ver si recupero mi carnaval de alegría :(
Gabi, el Sr. Durito tiene antenitas???
Besotes y perdone, pero me quedé pensando en Don Durito :)
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