Kundera...

Kundera hablaba de miradas. Todos necesitamos ojos que nos miren. Lo que cuesta entender es que lo primero que hay que hacer es mirarse al espejo sin bajar la vista, para reconocerse, aceptarse, cuestionarse, admirarse. Para poder cerrarlos un momento, sin miedo de lo que vamos a encontrar al abrirlos otra vez. Y para ver como se acerca otra persona que trae consigo su reflejo, para unirse a nosotros, sin fusionarse en amalgamas destructivas, sin consumirse como leña sentenciada a las cenizas. Serán los treinta abriles y un poquito más? Será el dolor de tanto encierro después de los finales? Será la suma de tanto amor y tanto olvido? Será que uno mismo es suficiente y dos somos igualmente vulnerables? Cuatro manos frágiles que se sostienen hasta donde se pueda? Ojalá tus sílabas prolijas que son símbolo de cantidad sigan cotizando en bolsa. Ojalá los meses vengan llenos de años. Ojalá tus ojos, los más lindos de todos los que vigilaron mi sueño, lean mis palabras, las de hoy y la últimas.

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