11.7.13

Mi mundo


Vivo en otra capa de la realidad y por eso me cuesta tanto explicarte que los fines de semana para mí son una cárcel, un montón de obligaciones pequeñitas que me torturan y me alejan de lo que soy. Nadie nos dice que encontrar el amor también significa ceder y tolerar y hacer cosas que no queremos para un bien común que muchas veces no cubre las expectativas. Vivo feliz de lunes a jueves dentro de mi mundo y cuando el viernes se acerca empiezo a sudar, a pensar en meterme muy adentro de mi caparazón y permanecer en mi hábitat. Trato de convencerme de que una pausa en mis actividades me hará bien, distraerme, pasear, compartir pero lo cierto es que mi mente solo piensa en el domingo al mediodía cuando regresaré feliz a mi casa, a mi trabajo, a mi rutina y a mi semana. La humanidad entera espera con ansias el viernes, yo lo detesto. Vivimos etapas y motivaciones y obligaciones diferentes que manipulan nuestra percepción en forma distinta. Este texto no es reproche porque no se trata de echarte la culpa. Estoy tratando de entender por qué cuesta tanto que la maquinaria de este amor funcione aceitada como antes, por qué ahorita nos chillan las balatas cada vez que frenamos y por qué me siento mejor extrañándote que compartiendo el mismo espacio.

No hay comentarios.: