A todos mis amigos y conocidos les
quiero decir que cuando necesiten algo de mí y llevemos semanas o
meses de no hablar pueden decirme con toda confianza: “hola Paula
necesito tal cosa”... y yo les diré “hola.. sí ok, puedo
ayudarte” o “no puedo ayudarte” y luego nos pondremos al día
con las novedades ya en un plan de sincero interés por conocer lo
que nos ha pasado a cada uno.
Lo que quiero evitar es ese maquillaje
para las verdaderas intenciones y necesidades, a saber: me contactan
después de mucho tiempo y me dicen “hola Paula...cómo estás?”
y me preguntan hasta el mínimo detalle y me tienen hablando
/escribiendo media hora cuando en realidad están esperando el
momento para insertar su pedido, verdadero motivo del contacto. Y
cuando sale a la luz ese motivo me doy cuenta que les importaba un
rábano saber de mí. Entonces, al pan pan y al vino vino... prefiero
un pedido directo, escueto y sincero que media hora de conversación y
alegrías hipócritas.
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