10.6.07

Siempre pensaste...

Siempre pensaste que mis demonios son una bagatela.
Que si repito tres frases de Coehlo se me pasa.
Y sabés que no?
Que lo único que yo necesito es un abrazo?
Recuperar ese lazo exclusivo y mágico
que es haberte habitado nueve meses.
Y ahora que todos huimos de todos
y nos repelemos como imanes al revés,
siento que es una lástima que a mi tampoco
me salga abrazarte.
Ni a vos, ni él, ni a ella.
A ninguno de los tres.
Somos islas desiertas.
Pero de esto tampoco te vas a enterar
porque nunca venís a mi cuarto a leerme.
Me visitan pocas personas.
Manos que golpean la puerta despacito,
por respeto,
para no entrar sin avisar
aunque saben que los espero con mate y bizcochitos.
No sé por qué sale este texto hoy.
Se ve que hay mar revuelto y pájaros inquietos.
Nada va a cambiar porque ya es tarde.
A los abrazos que se caen antes de llegar,
se los traga la tierra.
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3 comentarios:

Anubis dijo...

Y tal vez te salga este escrito hoy porque sentiste el impulso de gritar a los cuatro vientos esa necesidad imperiosa de un abrazo. Quizas te ahoga esa angustia por lo que fue y ya no será, por lo vivido, por lo esperado que no llega y no llegará, por verte abrazandote sola en medio de la nada.

Gusto inmenso leertee. Un abrazo (aunque no sea de quien esperas)

Paula dijo...

Pero tu abrazo sirve! Cómo que no! Gracias por pasar por mi cuarto... :)

Uninvited dijo...

Ay nena, ay nena...
Nos hace falta mucha más mamá que la que tuvimos, dijo una vez una amiga.
Yo también te abrazo. Y te revuelvo el pelo con mimos y besos.