“…habrán observado que son personas que contemplan su destino
de la misma forma en que la mayoría
acostumbra contemplar un día de lluvia.”
("Seda" – Alessandro Baricco)
de la misma forma en que la mayoría
acostumbra contemplar un día de lluvia.”
("Seda" – Alessandro Baricco)
Mi vida no es una aventura constante ni un circo con veinte payasos pero siento que no contemplo mi destino como esas personas que señala Baricco. No es necesario ser un Rimbaud con poesía y sífilis de Asia y África o unir Alaska y la Antártida en bicicleta para sentir que se ha vivido mucho. Hablo de amores y kilómetros. Hablo de que la infancia quedó en una vereda y la adolescencia en otra y los veintitantos desparramados en muchas sábanas y cuerpos. Hablo de historias que se escribieron con singularidades, nada que envidiar a las películas. Hablo de poder elegir y decidir cada paso con total libertad. Hablo de cadenas que veo en otros. Mordazas invisibles que van mellando el alma despacito pero para siempre. Cargo años de administrar centavos como único capital disponible, me golpearon en la cara los portazos del adiós y esas marcas no se borran. Me hicieron tambalear los dedos acusadores de los peones del ajedrez que llaman vida real. Y resistí. A mi manera. Con mis fuerzas y mis armas. Y me aferré al hilo de seda que alguien me tiró para rescatarme. Para sacarme de ese exilio al revés en el que me encontraba. Viviendo en tierra equivocada no se puede ser feliz.
1 comentario:
todos pasamos por esos momentos en los que nos detenemos a ver a nuestro al rededor y sentimos la carencia de algo.
saludos
Mau
http://maureenmex.wordpress.com/
Publicar un comentario