16.7.10

Cuando el maquinista...


"Cuando el maquinista abre la válvula del vapor y el silbato deja oír su lamento largo, siempre lejano como la sirena de un buque, oscuro como el grito de un monstruo herido, hondo como el ulular de un vórtice, el hombre y los animales callan. El silbatazo suena como un golpe de mar que se quiebra en los farallones, como un trueno, como una profunda nota de órgano en el interior de un altísimo templo. El silbatazo de una locomotora es sagrado. Sagrado como los bosques, como las montañas, como los abismos que lo han oído y lo esconden, lo devuelven, lo tragan para siempre jamás. Qué animal, qué hombre, qué piedra, qué árbol, qué río no ha escuchado alguna vez el silbato de una locomotora: el silbato cargado de mar, de tierra, de tiempo, y la locomotora cargada de carros y los carros cargados de frutas, de sal, de especias, de hombres, y los hombres cargados de años, de recuerdos, de sueños de otros hombres. Escuchad. Escuchad el tren. Escuchad el silbato del tren."

Fragmento del Libro: "José Trigo" de Fernando del Paso > Escritor mexicano

1 comentario:

Uninvited dijo...

Eso porque Don Fernando no escuchó el escape de la motito de mierd* y la corneta del vendedor de churros que pasa de jueves a domingos por el barrio ¬¬