Siempre supe que esta ventana con este
paisaje tendrían que tenerte aquí. Que la hora de comer se llenaría
de conversaciones, risas y agua de limón en tu boca y en la mía.
Esta semana estás lejos y va a ser difícil sobrellevar tu ausencia.
Sin embargo esta tarde fría y gris no me pone triste porque la época de lluvias la viví con mi cuerpo en tu abrazo, sabor de
besos, el silencio viendo resbalar mis caricias por tu perfil y un
“te veo mañana” porque cuando hay ganas todo se puede. El mundo ahí afuera con sus voces lejanas y aquí vos y yo queriéndonos tan
bonito.
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