4.8.13

Los domingos...


Y es que no importa que digan que está trillado
hablar de amor, que maldigan
si no han probado la noche en sus brazos de sol.

(Brazos de sol – Alejandro Filio)

Los domingos a esta hora la vida se hace lenta, es momento propicio para desempolvar recuerdos o hacer un borrador de futuro. Se respira el silencio fúnebre de la tarde-noche cuando el lunes amenaza a la mayoría de la gente. Y es peor extrañarte en domingo porque cada domingo amanecemos en tu cama o en la mía con restos de sábado y besos y abrazos en un sueño compartido y una rutina de a dos que no tendré hasta que vuelvas.  



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