29.1.08

Renuncio a...

Renuncio a una esperanza prolija y me subo al primer tren que nos acerque. Reniego de mi nuevo carácter calculador y añoro mis impulsos desquiciados. Renuncio a la paciencia, al ahorro, al silencio, a esperar pequeños milagros, a “intentar construir para” y a ver pasar nubes y días sin vos. Me voy a buscar alguna realidad de mentira pero con cierta lógica. Salgo a perseguir nuevos modelos de comportamiento, nuevas estrategias y armas para enfrentar los imprevistos como los de ayer. Quizás la solución esté en el fondo de un helado, en diez minutos de sol y marimba, en mirar al cielo y preguntar por qué no te trajo conmigo. Ojalá pase algo que te “traiga” de pronto…una luz cegadora, un disparo de nieve… ojalá por lo menos que me lleve la muerte… y sigue Silvio hablando por mí pero al revés.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Al pasar de los años la llamada "madurez"entra en nuestras vidas, haciendondos un mundo mas compplicado, que siempre ha existido pero antes no veiamos...