La UNAM publicó que el amor es un estado de demencia temporal. Puede ser, quién sabe? Yo, que hoy estoy mirando las nubes desde muy cerca, no dudaría en treparme a una al mejor estilo de “La historia sin fin” y viajaría hasta tu casa para llevarte conmigo. No sé adonde. Quizás a mis calles de antes, tal vez a una eternidad inconcebible. Lo cierto es que mi brújula se marea cuando pienso en vos y el norte siempre señala hacia tu cuerpo. Lo cierto es que hoy necesito una paciencia milenaria para cosechar la siembra y eso me desespera. Me arranca impulsos de última escena sin medir las consecuencias. Llámese demencia temporal o permanente, te quiero conmigo.
1 comentario:
A veces la paciencia no es buena, después hasta aprendemos a quererla y es que las cosas son cuando deben ser.
Salu2
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