Te
dicen que no te ancles al pasado siguiendo los protocolos para curar
almas rotas. Lo dicen con la convicción de que si sigues esos
simples pasos tu alma recuperará el brillo de las primeras épocas
cuando andaba con la ilusión a estrenar. Te lo pintan fácil y se
enojan si derrapas y suspiras por ese alguien que te abandonó. Te
dicen que vivas el presente y te enfoques en el futuro aunque el
panorama prometa más de lo mismo. Ya no tengo ganas de andar penando
mate en mano o en sobremesas sin más compañía que la pared. No hay
nada más que esperar.
2 comentarios:
No hay nada más que esperar... Excelente frase que puede llenar de entusiasmo y energía, de ganas y de locura...
Así es, coincido con lo que señalas... hola Daniel, bienvenido.
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